lunes, 7 de mayo de 2018

MOJE a mi estilo


Esta ensalada que os traigo hoy la aprendí de mi suegra cuando me casé, así que hace mas de medio siglo y en mi casa nos gusta a todos, incluso se van animando a tomarla alguno de mis nietos, el otro día me pidió la receta uno de mis hijos y me di cuenta que no la había subido al blog, yo la preparo al gusto de los míos, por eso digo que, a mi estilo,
 así que aquí está y espero que os guste





Ingredientes

1 lata de tomate entero pelado de buena calidad
1 cebolleta o cebolla dulce de Fuentes de Ebro D.O.
olivas negras con hueso o verdes sin él 
1 lata grande de atún en aceite de oliva
2 huevos duros gordos
sal, vinagre y AOVE

Modo de hacerlo

Lo primero pondremos a cocer los huevos  en agua con sal y un chorrito de vinagre durante 10 minutos, retirar y dejar enfriar para pelarlos.

Abriremos la lata de tomate y los cortaremos a trozos en la fuente de emplatar (yo le añado el jugo
que sale en la lata, porque si se compra de buena calidad está muy rico) iremos añadiendo la
 cebolla cortada en trozos al gusto, pero no muy grandes, las olivas, el atún y los huevos duros
 una vez pelados en trozos medianos.

Salar, añadir el AOVE y el vinagre, mezclar bien y dejar en el frigorífico tapado con film para que se enfríe.

Nota: Si digo que es importante que el tomate sea de calidad, lo hago porque el sabor y como queda
al final no tiene nada que ver, el jugo si no lo es, suele ser demasiado líquido y con un sabor aguado.
También sale muy rico si ponemos tomates pera muy rojos, pero eso si, hay que pelarlos.

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Congelación


Estamos entrando en el tiempo de los platos de cuchara y me refiero a las legumbres, las hemos comido en verano, pero en ensaladas, ahora serán más consistentes y no está de más que tengamos congelados y previamente remojados, unos garbanzos, que en cualquier momento podemos usar, pues es la única legumbre que se tiene que poner con el agua hirviendo, por lo que si se nos ha olvidado el remojo lo tenemos al alcance de la
mano en nuestro congelador.
Con respecto a las alubias, es mejor congelarlas una vez cocidas, solamente con un poco de sal. Descongelar y cocinar al gusto, podemos cocer de una vez más cantidad y guardarlas en porciones para sacar lo que necesitemos, de ésta manera sobre todo para las personas solas no tienen escusas para comerse un plato calentito en invierno con poco trabajo.
Lo mismo podemos hacer con un buen caldo, para tomar un cosomé o ponerles unos fideos para la cena. Si usamos las ollas
rápidas, en
muy poco tiempo y poniéndolo en porciones será un aliado para esas noches frias cuando se vuelve del trabajo.