martes, 21 de septiembre de 2010

Rosquillas

Aunque os pueda parecer mentira, es la primera vez (con los años que tengo) que hago rosquillas y no es que no me gusten, es que les tenia "miedo", me parecia que no sabria hacerlas, asi que hoy me he dicho, !! hoy o nunca!! y aquí están, la receta es de mi suegra que era la que las hacia en casa, asi que yo con su receta..........tengo que decir que me han salido ricas, no muy bonitas de presencia, pero ya iré aprendiendo, ahora de sabor, muy ricas, espero que os gusten.

Ingredientes

1 huevo
¼ de harina
90 grs de azúcar
3 cucharadas de anís
2 cucharadas de aceite frito
Vinagre (unas gotas)
Raspadura de limón
Zumo de limón
Gaseosa de sobre
3 cucharadas de zumo de naranja

Modo de hacerlo

En un recipiente grande se bate la clara de huevo, se añade la yema, se vuelve a batir y se añade el azúcar, el aceite, el anís, la raspadura de limón y el zumo del mismo, el zumo de naranja y la gaseosa, mezclándolo todo muy bien.

Se va añadiendo la harina. Cuando tengamos la mitad de la harina añadida, se le añaden las gotas de vinagre, se mezcla bien y se añade la harina restante (notaremos que no necesitamos más harina, cuando cojamos un trozo y no se rompa)

Una vez terminada la masa, y con las manos untadas de aceite, iremos cogiendo porciones de la misma formando las rosquillas, friéndolas en aceite no muy caliente. Una vez fritas pasarlas por azúcar.
Nota: Me han salido 24 rosquillas con estas cantidades.
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Congelación


Estamos entrando en el tiempo de los platos de cuchara y me refiero a las legumbres, las hemos comido en verano, pero en ensaladas, ahora serán más consistentes y no está de más que tengamos congelados y previamente remojados, unos garbanzos, que en cualquier momento podemos usar, pues es la única legumbre que se tiene que poner con el agua hirviendo, por lo que si se nos ha olvidado el remojo lo tenemos al alcance de la
mano en nuestro congelador.
Con respecto a las alubias, es mejor congelarlas una vez cocidas, solamente con un poco de sal. Descongelar y cocinar al gusto, podemos cocer de una vez más cantidad y guardarlas en porciones para sacar lo que necesitemos, de ésta manera sobre todo para las personas solas no tienen escusas para comerse un plato calentito en invierno con poco trabajo.
Lo mismo podemos hacer con un buen caldo, para tomar un cosomé o ponerles unos fideos para la cena. Si usamos las ollas
rápidas, en
muy poco tiempo y poniéndolo en porciones será un aliado para esas noches frias cuando se vuelve del trabajo.