jueves, 28 de febrero de 2019

CARRILLERAS AL VINO TINTO CON DÁTILES Y CHAMPIÑÓN (olla súper-rápida)


Una de las carnes más tiernas y sabrosas son las carrilleras, en ésta ocasión son de cerdo y han resultado tan ricas, que han volado en los platos y eso para la persona que las cocina es una satisfacción, yo he puesto una por persona
porque eran grandes, para emplatar las he cortado en filetes (foto) os animo
 a cocinarlas y espero que os gusten.




Ingredientes 4 personas

4 carrilleras de cerdo
16 dátiles deshuesados
300 grs de chapiñones
2 vasos de vino tinto crianza
caldo de carne ó verduras
1 cebolla
2 dientes de ajo
maizena
sal, pimienta y AOVE

Modo de hacerlo

Poner en una picadora la cebolla y los ajos y picar fino, reservar.

Limpiar los champiñones y cortar el láminas gordas, reservar.

Salpimentar las carrilleras y pasar por harina, reservar.

Poner al fuego la olla super-rápida y cuando esté caliente poner el aove y dorar las carrilleras, volcar la cebolla y los ajos picados y rehogar, cuando veamos la cebolla trasparente poner el vino y dejar que evapore, cubrir con el caldo y cerrar la olla, cuando la válvula esté al máximo bajar el fuego y contar 10 minutos, pasado ese tiempo apagar el fuego y esperar que baje el vapor.

Abrir la olla y pinchar las carrilleras para comprobar si  están tiernas, poner el fuego al medio y cuando empiece a hervir añadir el champiñón y los dátiles y si vemos que la salsa esté un poco mas espesa, disolver en una taza con agua una cucharada de maizena, añadirla a la olla, moverla y pasado esos 5 minutos, retirar y emplatar.

Nota: Si nos apetece las podemos servir también con un poco de puré de patata y manzana.
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Congelación


Estamos entrando en el tiempo de los platos de cuchara y me refiero a las legumbres, las hemos comido en verano, pero en ensaladas, ahora serán más consistentes y no está de más que tengamos congelados y previamente remojados, unos garbanzos, que en cualquier momento podemos usar, pues es la única legumbre que se tiene que poner con el agua hirviendo, por lo que si se nos ha olvidado el remojo lo tenemos al alcance de la
mano en nuestro congelador.
Con respecto a las alubias, es mejor congelarlas una vez cocidas, solamente con un poco de sal. Descongelar y cocinar al gusto, podemos cocer de una vez más cantidad y guardarlas en porciones para sacar lo que necesitemos, de ésta manera sobre todo para las personas solas no tienen escusas para comerse un plato calentito en invierno con poco trabajo.
Lo mismo podemos hacer con un buen caldo, para tomar un cosomé o ponerles unos fideos para la cena. Si usamos las ollas
rápidas, en
muy poco tiempo y poniéndolo en porciones será un aliado para esas noches frias cuando se vuelve del trabajo.