viernes, 12 de octubre de 2012

TARTA DE QUESO CON SALSA DE CEREZAS

Hoy subo una receta dulce para el fin de semana, como os imaginais hace dias que la hice
la preparé con nuestras cerezas de Caspe, pero por unas cosas u otras la tenia un poco perdida, 
 He preparado esta tarta con una pequeña variación, venían unos amigos a tomar café y la tarta de queso es su preferida, para darle otro toque hice una salsa de cerezas que nos gustó mucho y le dio un sabor muy rico a la tarta.
Como me sobró la mitad, hice otra presentación que me gustó mucho, espero que a vosotros tambien os haya gustado.





Ingredientes
3 huevos
1/4 de queso fresco con sal
1 bote pequeño de leche condensada
1 medida de leche (bote condensada)
1 yogur natural

Para salsa de cerezas
250 grs de cerezas de Aragón
3 cucharadas de azúcar
250 cc de agua

Modo de hacerlo
Caramelizar el molde y antes de que se enfrie colocar las cerezas enteras y deshuesadas sobre el caramelo.
Poner todos los ingredientes en un bol y mezclarlos bien.
Echar esta mezcla en el recipiente con el caramelo.
Precalentar el horno a 180º grados, meter el recipiente con la mezcla durante 10 minutos, pasado ese tiempo bajar el horno a 150º grados y tenerlo de 25 a 30 minutos, ir pinchando para comprobar.
Desmoldar templado.

Para hacerla salsa de cerezas
Poner un cazo al fuego con el agua y el azúcar, mientras empieza a hervir quitar los rabos de las cerezas y lavarlas, (guardar unas cuantas con el rabillo para emplatar) añadirlas al cazo y bajar el fuego al mínimo, dejar cocer 20/25 minutos hasta que veamos que se van abriendo, en ese momento las retiraremos del fuego y con dos cucharas iremos quitando los huesos, volver a poner al fuego para que la salsa engorde un poco.
Con ésta salsa serviremos la tarta.

Nota: Como me sobró un trozo y con un aro de emplatar preparé una ración individual en redondo.


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Congelación


Estamos entrando en el tiempo de los platos de cuchara y me refiero a las legumbres, las hemos comido en verano, pero en ensaladas, ahora serán más consistentes y no está de más que tengamos congelados y previamente remojados, unos garbanzos, que en cualquier momento podemos usar, pues es la única legumbre que se tiene que poner con el agua hirviendo, por lo que si se nos ha olvidado el remojo lo tenemos al alcance de la
mano en nuestro congelador.
Con respecto a las alubias, es mejor congelarlas una vez cocidas, solamente con un poco de sal. Descongelar y cocinar al gusto, podemos cocer de una vez más cantidad y guardarlas en porciones para sacar lo que necesitemos, de ésta manera sobre todo para las personas solas no tienen escusas para comerse un plato calentito en invierno con poco trabajo.
Lo mismo podemos hacer con un buen caldo, para tomar un cosomé o ponerles unos fideos para la cena. Si usamos las ollas
rápidas, en
muy poco tiempo y poniéndolo en porciones será un aliado para esas noches frias cuando se vuelve del trabajo.