Esta receta que os traigo la vi el otro día en TVE en el programa de la mañana, me gusto mucho, me gustan los platos de cuchara y este es un plato único riquísimo, yo le cambié un par de cosas, pero el resultado ha sido estupendo, espero que a vosotros también os guste.
Ingredientes
1 pechuga de pollo grande
2 huevos duros
1 cebolleta mediana
2 dientes de ajo
1 puñado de almendras
1 morcilla de Aragón
300 grs de judías de León
1 vasito de vino blanco
1 hojica de laurel
azafrán del Jiloca
harina
aceite y sal
Modo de hacerlo
Poner las judías a remojo en agua fría y un poco de sal la noche anterior.
Al día siguiente pondremos agua en la olla rápida, un poco de aceite crudo y una hoja de laurel, añadir las judías que habremos pasado por agua fría, cerrar la olla y al salir los aros de la válvula contar 10 minutos.
En el mortero machacaremos los dientes de ajo con las almendras, reservar.
Cortar la pechuga en trozos, salar y pasar por harina, freir en una olla baja, cuando los veamos dorados, reservar y en ese mismo aceite añadir la cebolla picada y dejaremos que se poche, añadirle ahora los ajos y las almendras que tenemos en el mortero, rehogar un poco, echar un poco de harina y seguir rehogando, ahora el vino que nos ayudará a sacar un poco de la harina del fondo, dejar evaporar y poner el caldo de pollo o agua, volver a poner el pollo y dejar que empiece a hervir, pondremos las yemas de huevo picadas que harán que espese un poco la salsa y las claras cortadas a trocitos, pasados unos minutos añadiremos el azafrán que habremos machacado en el mortero, remover y dejar 10 minutos a fuego lento.
Pasado ese tiempo y añadiendo las judias que las tendremos templadas para que no se corte el hervor, cinco minutos mas y servir con la morcilla a trocitos.